Las nuevas practicas electorales
El caciquismo, practica que adquirió insospechada importancia en algunas comunas rurales, en la que los grandes propietarios agrícolas, sin funciones gubernamentales, aunque a menudo con asiento en el Congreso, se transformaron en nexo eficaz con la actividad del Estado y, a la vez, en poder electoral merced a las clientelas de obreros y empleados que de ellos y de sus parientes y amigos dependían. El gran propietario recluta adherente entre medianos y pequeños propietarios, a menudo ligados a él por cuestiones crediticias. El cacique que en su versión chilena parece tener características menos llamativas que en el caso español, estaba ligado a menudo a otro tipo de funciones; milicias, reclutamiento, municipios,créditos; que daban cierto grado de poder sobre la población y que convertían a sus titulares en elementos decisivos en las elecciones por la vía del cohecho. En este medio el agente enviado desde la ciudad en vísperas de un acto electoral debía tratar de anular por todos los medios al adversario, llevar un exacto calculo de los votos que requería su candidato, comprometer la voluntad de los remisos y distribuir el dinero.
No hay que pensar, sin embargo, que las presiones y la compra de votos a los electores eran privativas de las zonas rurales. Si bien en ellas, por el escaso numero de inscritos, resulta fácil controlar el buen comportamiento de los carneros en las urnas, también existieron con diversas modalidades, en las ciudades. Proliferarían en las urbes las secretaria de propaganda, donde el elector era provisto del voto y de correspondiente sistema de comprobación, a veces ingeniosísimo. Cumplido el acto, se le pagaba de inmediato en lugares predeterminados. El cohecho urbano, de menor rendimiento que el rural por el alto numero de inscritos por distrito y la natural libertad de movimiento que garantiza la ciudad, próspero al igual que aquel y pasarían muchas décadas antes que lograra ser desterrado
Sergio Villalobos y otros Historia de Chile Tomo 4 1974