HISTORIAS QUE NO FIGURAN EN LA HISTORIA
La tarea escolar
Todo era normal.
Incluso el silencio.
Ni mujer ni hijos en casa.
Una tarde agradable para disfrutarla.
No lo pensó dos veces. Se hizo de una helada cerveza y miró con furia canina los riñones que estaban en la nevera.
En diez minutos estuvieron listos los sabrosos churrascos. Fueron tres sabrosos pedazos de carne que devoró con ganas y lentamente.
Le quedo tiempo para repasar sus deudas. El balance, poco cargado al "haber", no le inquetó mayormente y se programó para financiar la compra de elementos de investigacion de su hijo, estudiante de medicina, necesitaba con urgencia.
La mujer y los niños llegaron tarde. Cansados y con algo de la euforia que dejan los fines de semana.
Nadie se molestó en hacer nada. Menos el futuro doctor. Para él, el mañana era mejor que ahora. Además trnis en casa el "material" para hacer la investigación ordenada por el profesor de laboratorio.
Fue una noche tranquila.
Don Carlos dormia feliz. Habia "comido " bien y los churrascos le mantenían con una agradable sensación físico-mental.
Creyó soñar, cuando escuchó a su hijo mayor gritar desde la cocina: "¿Dónde me dejaron los riñones que me dieron en el hospital y que hoy debo estudiar para saber de qué murió el enfermo de la pieza 16?".
Don Carlos se dio vuelta en la cama. Se revolvió creyendo soñar.
Carlitos por su parte juró y rejuró que nunca más volvería a dejar en la nevera su material de anatomía.
En su casa nadie entendía de medicina
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